El cultivo del arroz en Aragón se remonta a los años 30 en las localidades de la Ribera del Ebro (Zaragoza), pero fue en los años 90 cuando este cultivo se extiende por otras zonas de las provincias de Zaragoza y Huesca, buscando la desalinización de estos suelos y evitando así la desertización de estas zonas. Las condiciones de estos suelos hacen que cualquier otro cultivo no sea adecuado, ya que las tierras son arcillosas y con un elevado contenido en sal, que afectan negativamente a los cultivos y derivan en producciones pobres y de baja calidad. Sin embargo, estas zonas son idóneas para el cultivo de arroz, consiguiendo un producto único con una calidad extraordinaria.
En 1996 se constituye Arrocera del Pirineo como una cooperativa que agrupa a más de 90 arroceros aragoneses pertenecientes a las cooperativas Virgen de la Oliva, San José y Osca. Y un año más tarde nació Brazal, nombre bajo el cual se comercializa el arroz producido por estos agricultores. Y en 2008, adquirieron un molino en Alcolea de Cinca con más de 60 años de historia y se encargarlo de adaptarlo a las más modernas tecnologías, lo que permite garantizar la calidad y trazabilidad del grano desde su recolección en el campo hasta que llega a la mesa.
Estos arrozales están ubicados en los campos de Ejea de los Caballeros, Sádaba y Alcolea de Cinca, a mayor altitud que cualquier otra región de España y peleando también contra las temperaturas más bajas. Además, el agua con las que riegan sus campos es agua limpia y fría procedente del deshielo de la nieve de los Pirineos. Estas condiciones favorecen una maduración lenta y homogénea del grano, reduciendo notablemente la presencia de plagas y enfermedades.
Para sus creadores, es importante defender un producto de buena calidad debido a sus condiciones extremas de cultivo y también a su característica de arroz monovarietal. Por ello, diferencian sus arroces en las siguientes variedades:
– Maratelli: grano redondo y perlado con una gran capacidad de absorber los sabores y aguantar el reposo. Esta variedad es perfecta para paellas, risottos y arroces al horno.
– Guadiamar: grano medio cristalino, de cocción rápida quedando siempre suelto. Variedad ideal para arroces blancos, guarniciones y sushi.
– Integral: grano medio, rico en fibras, vitaminas y minerales. Variedad perfecta para arroces con verduras, ensaladas y guarniciones.
– Bomba: grano corto y perlado, mayor volumen de agua durante la cocción y resistencia a abrirse. Esta variedad es ideal para arroces caldosos y melosos.
– Balilla X Sollana: grano redondo y perlado, variedad exclusiva tradicional del Cinca Medio. Perfecta para risottos y melosos.
Estas cinco variedades se comercializan en un envase de plástico tradicional de 1kg con un diseño original y diferenciador, que permite reconocer las variedades según el color del envase (Maratelli – rojo, Guadiamar – amarillo, Integral – verde oscuro, Bomba – azul, Balilla X Sollana – verde pistacho). Además, cuentan con una selección de los mejores granos de arroz de cada variedad en envases gourmet de tela.

Por otro lado, la marca dispone de algunas especialidades que les permiten diferenciarse aún más en el mercado:
– Haztumaki: kit de sushi con todo lo necesario para preparar sushi casero (500gr de arroz especial para sushi, esterilla, alga nori, palillos, vinagre de arroz, jengibre, wasabi y soja).
– Arroz Brazal con deshidratados en formato de 250gr. Variedad Mediterráneo, con verduras deshidratadas (calabacín, cebolla, pimiento rojo, pimiento verde y ajo); y variedad Boletus, con boletus deshidratados.
– Oryza: cerveza artesana hecha con arroz Brazal. Suave y con un toque dulce. Perfecta para acompañar ensaladas, carnes blancas, quesos cremosos y pescados.
– Brazal especial Hostelería: sin duda la variedad Maratelli es la más apreciada por los profesionales del sector de la hostelería, por lo que han sacado un envase diseñado especialmente para este sector en formato de 1kg y 5kg.