Hace unas semanas, PETA compartió una investigación que habían estado llevando a cabo. En ella alertaban de la crueldad animal que se oculta tras la industria de la piel. Largas travesías en barcos sin ningún tipo de alimentación. Y el maltrato hasta llegar a las fábricas donde finalmente se trabaja esa piel, es sólo un ejemplo del sufrimiento de estos animales. 

En la mayoría de ocasiones, el ‘hecho en España‘ simplemente indica el lugar de la producción final, no de la cría del animal. 

Afortunadamente, hoy en día, la mayoría de firmas marroquineras intentan trabajar el cuero que procede únicamente de animales que previamente han sido sacrificados para la industria alimentaria. Se espera que esta práctica sea la habitual para 2025. 

El problema viene cuando un animal pasa por diferentes granjas, hasta terminar finalmente en el matadero. Esto crea una deslocalización del producto, con mano de obra barata, lo cual genera desinformación.

Además, gracias a organizaciones como PETA, hemos conocido en lo últimos años una gran cantidad de redes que trabajaban con un uso inapropiado de animales. Desde el cuero obtenido en cazas furtivas, hasta la partida de piel procedente de perros y gatos en China. Tras esto, las propias marcas se justifican no teniendo conocimiento de estos hechos.

En España, tenemos varias firmas que practican el reciclaje de pieles ya utilizadas, conocido como ‘upcycling‘.

Ecoalf es el claro ejemplo de firma española. Su principal objetivo es fabricar la primera generación de productos de moda, los cuales han sido realizados con materiales reciclados, con una excelente calidad y diseño.

Por: Saray Marti (@martinidoblee)