Es indudable que vivimos tiempos de cambios a favor de la mujer, logrando cada vez más distintos derechos y libertades que deberían haberles atribuidos conforme la humanidad evolucionaba. Pero este movimiento no hubiese surgido sin personas valientes que impulsaran esta lucha en el pasado.

Coco Chanel: “El pistoletazo hacia el cambio”

No cabe duda que las mujeres vivían encorsetadas, ya no solo por el atuendo, si no en sus ideologías.  Imaginaos, en los años 20, lo que pensaron estas mujeres, cuando la gran diseñadora y pionera de este tendencia, Chanel, sacó al mercado “pantalones para mujeres”. Mujeres seguras de sí misma y sobretodo valientes, era el patrón que quería destacar la diseñadora con esta pieza. Sentarse cómodamente, correr y demás actos cotidianos ya no eran exclusivos para hombres.

El cine: “El gran aliado”

Es obligatorio destacar, que la moda y el cine van de la mano, ejerciendo una influencia recíproca. En la época dorada del cine, las actrices Marlene Dietrich y Barbara Stanwyck eran común verlas con chaquetas extra grandes, pantalones de pinza, sustituyendo zapatos de tacón, por mocasines y evitando demás complementos. Ambas no desentonaban en galas y alfombras rojas, luciendo igual de elegantes que las demás actrices de Hollywood.

¿Recuerdan “Historias de Filadelfia” (1940) “La mujer del año” (1942)  “La costilla de Adán (1949)?, todas estas películas tienen algo en común, están protagonizadas por la actriz Katherine Herpburn.

Se podría decir que esta mujer con cada participación revolucionaba el mundo del cine, donde muy pocas se atrevían a hacer esos papeles que destacaban por su carácter ambiguo, ayudados por una vestimenta masculinizada.

Se alejaba por completo de la “típica”  actriz rubia del cine clásico/negro, como Marilyn Monroe o Rita Hayworth.

Cada vez era más común ver a mujeres con el estilo “Gentlewoman” en la gran pantalla ,y así a mediados de los 70, irrumpirá una actriz a la cual sería casi imposible asociarla a otro estilo que no sea este, hablamos de Diane Keaton, actriz y musa del director Woody Allen. Resulta curioso verla tanto en el papel de estrella como en su vida cotidiana, nunca llevar prendas y accesorios que potenciaran su “feminidad”. Aún hoy se limita a pantalones de pinzas, zapatos planos y sus maravillosas corbatas, siempre predominando colores neutros, como el negro, gris, el beige o el camel.

Deslumbra desde la pasarela al Street Style :

A finales de los 70, se abrió una discoteca neoyorkina, llamada Studio 54, en la cual predominaba la música disco y la libertad sexual, fue ahí donde conocimos a la reina de este estilo para muchos entendidos, Bianca Jagger, modelo, activista y ex mujer de Mick Jagger, que no se perdía estas fiestas tan glamourosas. Considerándose la gentlewoman de todos los tiempos, vestía con: chaquetas XXL, pantalones de talle alto que apenas se podían apreciar su calzado, lazos anudados al cuello y a veces un bastón para añadirle un aspecto de “caballero elegante”.

Grandes Eventos:

En un invitación especial, toda mujer quiere destacar, llamar la atención con su atuendo, por lo que muchas han apostado por este estilo, ya que es inevitable conseguirlo. Si no, que se lo digan a los asistentes en la Boda del Príncipe Harry y Meghan Markle, cuando vieron aparecer a la modelo Cara Delevigne con un frac, acompañado de un sombrero de copa.  En la fiesta Vanity Fair 2019, también destacó la modelo Taylor Hill con un traje de Ralph Lauren, haciendo gala de una coqueta pajarita. Pero si hablamos de expectación, debemos situarnos en 1990, en concreto en la Gala de Los Globos de Oro, una joven Julia Roberts aparecía con un traje de Armani, que impedía ver su silueta femenina.

La Gentlewoman Española actual:

Apartandonos de las grandes estrellas estadounidenses, las redes sociales han contribuido a sacar del anonimato a personas igualmente valiosas, desde distintas partes del mundo.  Gracias a estas plataformas, hemos descubierto a la influencer española Maria Bernad, convirtiéndose así en una de las gentlewoman de Instagram, acercando ese estilo vintage que tanto le gusta, a la juventud.

Por: Ruth Gutiérrez (@lalupetarantino)