La firma Dior versionó el clásico Chouchou en 1995 en exclusiva para la princesa de Gales, renombrándolo como Lady Dior.
Nos crea cierta curiosidad el pensar que la imagen de tres de las mujeres más famosas de la Inglaterra del siglo XX esté asociada a un bolso.
La reina Isabel II es clara fan, desde hace más de 5 décadas, del modelo Traviata, de la firma Lauren. Utiliza este complemento para comunicarse con sus asistentes en eventos públicos. Es muy interesante conocer la historia, de la cual os hablamos aquí.
La primera ministra De Reino Unido, Margaret Thatcher, almacenaba en su cartera, de Asprey London, información comprometida.

La princesa Diana, cuyo estilo siempre ha acaparado titulares, incluso 23 años después de su fallecimiento, consiguió algo que las mujeres anteriores no pudieron: darle nombre a un bolso. Por eso este artículo se quiere centrar en hablaros de un bolso con nombre y apellidos: Lady Dior.

En junio del año 1995, el museo de Orsay de París inauguró una obra patrocinada por Christian Dior y LVMH. Diana Spencer, en aquel entonces separada del príncipe Carlos, fue la encargada de presidir la cena de gala con la que se inició el proyecto.
Horas antes, exactamente esa misma tarde, el director general de LVMH le ofreció a Lady Di como regalo de cortesía un bolso firmado por Dior, el otro patrocinador de la exposición.
Para este regalo, se propuso reeditar, en exclusiva para la princesa, el modelo Chouchou, un pequeño bolso de mano con asas, con las iniciales de la firma, colgando en forma de abalorios.
Como dato curioso, el estampado de rejilla de este modelo, está inspirado en el asiento de las sillas de Napoleón III, el cual Dior utilizó en su primer desfile en 1947.

El octubre de se mismo año ya pudimos ver a la princesa lucir el diseño, durante la inauguración de la Fundación para la Educación Conductiva para discapacitados de Birmingham.
La imagen a la derecha de estas líneas, de Diana abrazada a un niño luciendo el diseño de Dior, dio la vuelta al mundo.
Un año después, el modelo salió a la venta, rebautizado como Lady Dior. El nombre viene del juego de palabras que da como resultado la abreviatura del nombre de origen griego de la princesa, y el apellido de la firma.
Para el diseño de cada pieza, se necesita la intervención de siete artesanos, y mínimo 8 horas para confeccionarlo.