Son posturas muy sencillas, las cuales nos ayudan a mejorar nuestro humor y encontrar un equilibrio emocional. El yoga es un deporte que hace que nos sintamos mejor.

Tal y como os adelantamos en el título de este artículo, hay posturas de yoga muy fáciles, que nos ayudan a cambiar un mal día. Los más aficionados a esta disciplina llevan años asegurando que es la mejor forma para controlar el estrés y la ansiedad, a la vez que se trata de un buen analgésico para el dolor de cabeza.

Hemos encontrado varios estudios que confirman que las personas que practican yoga habitualmente, duermen mejor y más tiempo, están de mejor humor, y se concentran más en su trabajo.

Es más, en la actualidad hay psicólogos que usan el yoga como complemento en las terapias para tratar la depresión. Por lo que los beneficios no son únicamente para las personas que realizan esta actividad de manera habitual, sino que sus beneficios se notan desde el comienzo de su práctica.

Por lo que nuestra idea es, a través de estas 3 posturas, que podáis realizarlas en cualquier momento en casa. Todo esto pensado en ayudaros a mejorar vuestro día, si os encontráis con bajo ánimo.

Recordad que esto no va de extremos, sino de buscar un equilibrio, llegando a conectar mente, cuerpo y energía.

Vrikshasana (el árbol)

Es una postura que nos ayuda a trabajar el equilibrio. Al aguantarnos únicamente sobre un pie, nos genera desequilibro, pero esto, a su vez, hace que nos concentremos en no caer.
Nuestro consejo es agacharnos y, conforme vamos subiendo, anclar el pie en la zona interna de la rodilla, manteniendo la pierna que se mantiene en el suelo, un poco doblada. Así creamos una apertura de caderas, las cual tenemos que alinear.
Las manos las podemos poner como más nos guste, elevarlas por encima de la cabeza, en perpendicular con el cuerpo o, nuestra favorita y más recomendada, en posición de rezo.
Mantenemos esta postura durante 1 minuto, y cambiamos de pierna.

Ardha Matsyendrasana (torsión)

Es una forma de estirar todo nuestro cuerpo, en especial la columna. Nos ayuda a pensar y ordenar la mente.

Tenemos que sentarnos con las piernas estiradas hacia delante y la espalda recta. Flexionamos la pierna derecha, llevándola hacia el glúteo izquierdo, pasando el pie por encima de la pierna contraria. Giramos el cuerpo, colocando los brazos como en la imagen. Alargar la espalda, y mantener la postura 1 minuto, cambiar y repetir con el lado contrario.

Bhujangasana (la cobra)

Parece difícil, pero os prometemos que a la hora de la verdad no cuesta nada hacerla. Esta postura nos ayuda a estirar toda la parte frontal del cuerpo, a la vez que contrae y activa la zona posterior. Además, fortalecemos los brazos y la zona cervical.

Para realizarla, nos tumbamos boca abajo en una superficie blanda (podemos poner una esterilla, toalla, o manta en el suelo), con las piernas estiradas y juntando los pies. Colocamos nuestras manos a ambos lados del cuerpo,con los codos doblados, y en paralelo a los hombros. Las palmas de las manos tienen que estar apoyadas en el suelo.

Entonces, levantamos el pecho y la cabeza, con los brazos ligeramente flexionados y apoyándonos en las manos. Mantenemos esta postura, con los codos bien pegados al cuerpo y la pelvis apoyada en el suelo. Nuestra mirada tiene que estar al frente.

(Ilustraciones: África Pitarch)