Hoy hablamos con Nekane, una artista a quien prefiere que la llamen Neka, nombre con el cual firma sus piezas. Es tauro e inestable, como el tiempo en primavera.
Pese a que ha llevado una vida bastante nómada, desde hace poco se ha establecido en un pequeño pueblo, rodeada de naturaleza, la cual inspira sus obras.

Se centra en conocer el significado de las expresiones, la historia y las plantas, para formar sus creaciones.
Se graduó en la especialidad de pintura, pero pocos años después cambió los pinceles por el bisturí y el papel, para realizar un postgrado de diseño e ilustración.
Su trabajo creativo está enfocado en el lenguaje que ha bautizado como ‘pintar y dibujar con papel‘. El catálogo de imágenes de las que se nutren sus composiciones parece ilimitado, siempre buscando la relación formal y el juego estético marcado por la esencia propia del papel, como su textura y color.
«Con esta técnica agrupo fragmentos compositivos, usando formas positivas y negativas, recortando, rasgando y trasformando los planos de papel en diferentes obras visuales. Al desarraigar, transformar y colocar en un contexto nuevo estas piezas de papel, las obras se nutren de un diálogo especial que va desde los matices figurativos a la abstracción. Una de mis técnicas favoritas y que se pueden ver en muchas de mis piezas es el empleo del papercut con el que realizo una figuración solamente con el uso de la línea continua, creando una pieza totalmente unida. Tanto en la forma como en la función, este catálogo de piezas impulsa la técnica y la creación manual actuando únicamente sobre el papel», dice la artista.
Debido a este lenguaje estético personal muchas de sus obras crean un juego entre el reconocimiento y la suposición. Entre lo real y lo imaginado solamente con el empleo del papel que, se ha convertido como para el pintor la pintura y el pigmento, la esencia de su obra.